La prosa es una forma que toma naturalmente el lenguaje para expresar los conceptos, y no está sujeta, como el verso, a medida y cadencia determinadas. La prosa es una forma de la lengua escrita, definida por oposición al verso hacia atrás, con figuras que se agrupan en el llamado paralelismo. Se ha definido la prosa por oposición al verso, porque aquella no tiene ni ritmo métrico, ni repetición (formas fijas) ni periodicidad (rima) como aquél (Ducrot y Todorov, 1974). Ritmo, repetición y periodicidad son justamente los elementos caracterizadores de la oralidad. Es necesario resaltar que no debe confundirse el lenguaje hablado con la prosa. Monsieur Jourdain alguna vez preguntó: «que, cuando digo; “Nicole, tráeme las pantuflas y deme mi gorro de dormir”, ¿eso es prosa?». La respuesta sería no, ya que la prosa es una forma de escritura, que se diferencia del verso, más parecido que la prosa a la oralidad; y que es usada en obras literarias tales como cartas, cuentos y novelas.